El amor a las almas le impulsó a dejarnos el sacramento de la penitencia, para perdonarnos, no solo una ni dos, sino cuantas veces necesitemos recobrar la gracia. Allí nos está esperando; allí desea que vengamos a lavarnos de nuestras culpas, no con agua, sino con su propia sangre..... Y ¿qué desea Jesús de nosotros?...Quiere que las almas, en retorno del amor que les tiene, le devuelvan amor. "Amor, dijo Santa Teresa, saca amor".
No abandonemos nunca a Jesús. Dice la Imitación a Cristo:- "Si destierras de ti a Jesús y lo pierdes, ¿a dónde irás?, ¿a quién buscarás como amigo? Sin amigo no puedes vivir mucho; y si no fuera Jesús tu amigo, estarás muy triste y desconsolado". Cuidado, porque el demonio es astuto, está activo y puede ocupar ese vacío en tu corazón; sabe que le queda poco tiempo, es el lobo que viene a devorar, robar y a matar,