Hoy les voy a compartir una situación que vivimos día a día. Mientras estamos bien somos muy autosuficientes, pero en el momento de sufrir una catástrofe, una desilusión, un desamor, un quedar sin nada de un día a otro, abandonado por los amigos, nos acordamos de Dios. Si lo nombramos, si lo buscamos, es porque Él está mas cerca de lo que creemos; va delante de nosotros para guiarnos, a nuestro lado para acompañarnos, detrás para protegernos, debajo para sostenernos y dentro de nosotros para iluminarnos.
Busquemos la luz que es Cristo Jesús; porque mas allá de la vida biológica hay una vida espiritual y si queremos llegar a puerto seguro portémonos como verdaderos hijos de Dios.
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