domingo, 23 de octubre de 2016

Máximas, Frases, Lemas, Secretos, Pensamientos, que ayudan a la renovación espiritual

San Ignacio de Loyola. Imagen Ecce Christianus
El efecto es producido por la constante repetición del lema, palabra, escogido por cada persona, pidiéndole al Espíritu Santo que le inspire la frase o pensamiento, a grabar en la memoria  que corresponde al estado de nuestra alma o a la necesidad de nuestro espíritu. Estas palabras, deben ser cortas y referirse al amor de Dios.

Algunos ejemplos tomados de los santos:

- Para San Francisco la frase que lo fervorizaba era " Mi Dios y mi todo"
- Para San Ignacio el pensamiento que lo lleveba a dar su vida plenamente para obtener que el Señor, fuera  más honrado y amado era "Todo para mayor gloria de Dios"
- Para Santo Domingo Savio el Lema era "Prefiero morir antes que pecar"
- A los tres niños de Fátima, el Secreto que los llevaba  a hacer sacrificios  y a portarse muy bien era:  "Oh Jesús, es por tu amor, y por la conversión de los pecadores".

   He aquí otras mensajes de amor:

- Todo por ti Corazón Divino de Jesús.
- Jesús, María y José, que os agrade la conducta mía.
- Jesús, en ti confío.
- Jesús, Tú y yo somos uno. Lléname de ti.
- Jesús manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo.
- Señor, ten compasión de mi y del mundo entero.
- Todo por Jesús.
- Jesús yo te amo mucho.
- Señor, mi alma tiene sed de ti.
- Protégeme Señor que me refugio en ti.
- El Señor es mi pastor, nada me falta.
- Señor, Tú eres mi Dios, a Ti te buco.
Los tres niños de Fátima. Imagen Aciprensa

Lo que interesa no es cuántas veces repetimos la oración o el lema  sino con qué amor la decimos, porque como enseñaba San Francisco de Sales, en la oración lo que cuenta no es la cantidad sino la calidad.

Si buscas a Dios y amas a Dios, te estás divinizando. Pero si vives buscando lo terreno y te aficcionas  a lo sensual, que quieres que te diga? Te estás "animalizando". Yo no quisiera jamás "animalizarme", pero anhelo "divinizar" mis acciones. Por eso quiero hacerlo y sufrirlo todo por amor al buen Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario