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El primero de Noviembre es el día de todos los santos. Decía San Agustín: "Dios que no contó contigo para crearte, que lo hizo cuando quiso y como quiso, no te salvará, ni te santificará sino cuando tú quieras y como tú quieras". Y así es: Todo el que se salva es porque quiere.....; todo el que peca y todo el que se condena, es porque también lo quiere así. Por lo mismo, todo el que se hace santo, es porque se empeña en ello.
Son muchos los santos que hoy celebran la victoria en el cielo. Lo contemplan, gozan alaban y bendicen a su Creador por Siempre; porque buscaron la santidad, amaron hasta el extremo a Jesús, cumplieron todos sus mandatos. No desperdiciaron ni inutilizaron las gracias que el Señor les dio. Todas hallaron siempre eco en su corazón, y por eso produjeron en su alma el ciento o el mil por uno. La semilla es siempre la misma. Esa misma es la que el Señor nos da. La diferencia pues, está en la tierra donde cae.
No hay cielo sin santidad. ¿Cuál es tu meta?
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