Nuestra Señora de Lourdes - Imagen Aciprensa |
El 11 de Febrero de 1858 Bernardita Soubirous, una niña de 14 años de edad, enferma, humilde, ingenua que no sabía escribir ni leer bien, fue con su hermana y una compañera a buscar leña cerca de Massabielle, una roca en las cercanías de Lourdes. Para llegar allí tenían que atravesar un riachuelo, y como Bernardita sufría de asma se quedó atrás de sus compañeras. Mientras se estaba descalzando, sintió un ruido entre los árboles; levantó la mirada y vió a una "Señora" hermosísima, vestida de blanco, con una faja azul. La "Señora" le sonrió y rezó con ella una parte del santo Rosario. Los padres al enterarse de lo sucedido porque su hermana les narró el secreto, prohibieron a la vidente que volviera al lugar de la aparición; pero ante las lágrimas de la niña después cedieron. La aparición se repitió el 18 de Febrero. La "Señora" le dijo: "¿Tienes la bondad de venir aquí durante 15 días? No te prometo hacerte feliz en este mundo, pero sí en el otro"
Bernardita Soubirous - Imagen Hospitalidad La Coruña |
El 25 de Febrero la invitó a que tomara agua de un lugar determinado. El lugar era seco. Bernardita hizo un pequeño hueco con las uñas y comenzó a salir un poco de agua; luego bebió y se lavó: es la "milagrosa fuente de Lourdes". El 2 de Marzo la "Señora" le dijo a la niña que les dijera a los sacerdotes que hicieran una procesión y que le construyeran ahí una capilla. El párroco Peyramale se demostró incrédulo y trató a la niña con dureza: "Dile a esa "Señora" que le diga su nombre", le ordenó. El 25 de Marzo la Virgen dio la respuesta : "Yo soy la Inmaculada Concepción".
Cuatro años antes Pío IX había proclamado el Dogma de la Concepción Inmaculada de la Virgen, y ahora María les comunicaba a los hombres el título con el cual quería ser invocada. A pesar de los interrogatorios, amenazas y prohibiciones a Bernardita de las autoridades civiles para visitar la gruta, el mismo emperador III, finalmente dió libertad para que peregrinos de todas partes acudieran a este lugar para experimentar el "Milagro de Lourdes".
En este día en que se celebra la "Jornada Mundial del Enfermo". Elevemos una plegaria a nuestra Madre Inmaculada por todos nuestros hermanos que sufren en el cuerpo y en el alma y a todos los que nos ayudan o ayudan a los demás en el dolor.
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