lunes, 15 de mayo de 2017

San Isidro y la Eucaristía

En la fiesta de San Isidro Labrador, Oliva, (vidente de Garagoa- Boyacá- Colombia) le preguntó a Jesús: ¿ por qué San Isidro siendo campesino había sido santo?

San Isidro Labrador. Imagen Aciprensa
El Señor le respondió: "Entre los hombres de este mundo no hay uno igual a san Isidro porque Él fue trabajador desde niño y le ofrecía el día en sacrificio a Dios. Al iniciar su trabajo le pedía su bendición y luego cogía los bueyes".

Todos los días iba a Misa y dejaba su yunta en el corte y ellos le obedecían al ángel, porque cuando San Isidro regresaba encontraba más arado y trabajado de donde había quedado el corte, porque el ángel le cuidaban los bueyes e iba aumentando su trabajo.

De las comidas que laboraba le ofrecía a Dios lo más hermoso, también daba de lo que tenía a los pobres y por eso Él fue Santo y está en el cielo gozando de su amor; porque también Él le guardó en su juventud sus diez mandamientos. En su vida nada quitó de sus hermanos.

San Isidro le rezaba al ángel de la guarda y Él le ayudaba en los quehaceres  del día. Imitemos a este campesino que se hizo santo labrando la tierra, obedeciendo y amando a  Dios, asistiendo a la Santa Misa, alimentándose con la Sagrada Eucaristía orando y compartiendo con los más necesitados.

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