San Juan María Vianney conocido y amado como "el Santo Cura de Ars" llegó a la villa insignificante de Ars un pueblito francés en donde ejerció el ministerio sacerdotal. No le fue sencillo ser ordenado sacerdote por su escasa facilidad para la formación académica, hasta el punto que sus profesores, desanimados, desistieron de preguntarle. Uno de ellos dijo al Vicario General: "¡Lástima!, porque es un modelo de piedad". Exclamó éste pues bien , yo lo llamo y la gracia de Dios hará el resto". En 1815 recibió la Ordenación Sacerdotal, pero no la facultad de confesar porque no lo consideraron idóneo para dirigir las conciencias. ¿Quién se iba a imaginar que Juan María Vianney llegaría a ser uno de los más famosos confesores que la historia recuerde?. Es uno de esos hombres a quienes se aplican muy bien las palabras de San Pablo: "Dios ha escogido a los más insignificantes para confundir a los grandes".
Santo cura de Ars - imagen Aciprensa |
Cuando el Santo Cura llegó a Ars, alguien le dijo con amargura. "Aquí no hay nada que hacer", y el santo le replicó: "¡Por tanto hay mucho por hacer!" E inmediatamente comenzó a actuar. ¿Qué fue lo que hizo? se levantaba a las dos de la mañana y se iba a orar cerca del altar en la iglesia obscura: Recitaba el Oficio Divino, meditaba y se preparaba para la santa Misa. Siempre oraba arrodillado y con el Rosario entre sus dedos. Después del Santo Sacrificio de la misa, hacía su acción de gracias y permanecía en oración hasta el medio día.
Jesús Eucaristía y la Santísima Virgen María, atrajeron poco a poco almas a esa pobre parroquia, hasta el punto de que la iglesia no parecía bastante grande para contener la multitud, y el confesionario del Santo Cura se vió inundado con hileras interminables de penitentes, y se vió obligado a escuchar confesiones por 10, 15 y hasta 18 horas diarias. Esta había sido una iglesia pobre, con un altar sin usarse por mucho tiempo, un Tabernáculo vacío, un confesionario anticuado y un sacerdote de poco talento, sin medios para hacer nada.
¿Cómo pudieron sufrir estas cosas un cambio tan asombroso en la villita de Ars? ¡Gracias a María que nos regala a Jesús cada día en la Sagrada Eucaristía!
Rosario y Eucaristía son los amores del alma mía .....¿Y de la tuya?
Santo Cura de Ars.
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