jueves, 27 de julio de 2017

Pagaremos eternamente las consecuencias de nuestra elección

Beata Magdalena de Albrizzi - Imagen Aciprensa
Mientras que peregrinemos sobre la tierra podemos disponer de nuestra vida, permanecer en estado de gracia, abrazar la cruz y servir a Dios, en una palabra: hacernos "Santos como El Padre del Cielo es Santo". Podemos, también, aburrirnos de todo esto, irnos de la "casa del Padre", como el hijo pródigo, en pos de placeres y convertirnos en unos rebeldes....Pero, tengamos en cuenta lo siguiente: en la hora de la muerte se acaba nuestra libertad. Cada uno, "entonces", pagaremos eternamente las consecuencias de nuestra elección.

La beata Magdalena Albrizzi recibió un día la visita de un pariente suyo que llevaba vida escandalosa, y se echó a llorar. Extrañado el caballero, le preguntaba la causa, y ella contestó: "Lloro tu muerte" -"No estoy muerto, replicó él, sino muy vivo y muy sano, ni creo tener enemigos que me busquen para matarme".....Mas sin dejar de sollozar y de suspirar, insistió la beata: "Lloro la muerte de tu alma".


miércoles, 26 de julio de 2017

Santos Joaquín y Ana

Santa Ana, la esposa de San Joaquín, después de una prolongada esterilidad, obtuvo del Señor el nacimiento de María, a quien llevó al templo a los tres años y la dejó al servicio divino en cumplimiento del voto que había hecho.

San Joaquin y Santa Ana - Imagen Aciprensa

"Por sus frutos los conoceréis" dijo Jesús. Nosotros conocemos la flor y el fruto suavísimo producido por la planta añosa: la Virgen, Inmaculada desde su concepción, la que por divino privilegio fue libre del pecado original para ser después el tabernáculo vivo del Dios hecho hombre. Por la santidad del fruto, o sea por María, deducimos la santidad de sus padres, Ana y Joaquín.


Los santos y personas fieles son una confianza para la Iglesia Católica.

No debemos olvidar, que el ejemplo es la mejor herencia, no hay más hermoso para los hijos que recordar unos padres felices.

domingo, 23 de julio de 2017

Un mundo Extraño

¿No te parece extraño cómo un billete de 5000 parece tan grande cuando lo llevas a la Iglesia, pero tan pequeño cuando lo llevas a las tiendas?

¿No te parece extraño qué caro es un libro en un curso en el Templo, pero las revistas y periódico para la diversión no lo son?

¿No te parece extraño qué larga parece una hora cuando estas en la Iglesia, pero qué cortas son cuando estás divirtiéndote en algún lugar?

¿No te parece extraño qué pesada es una vigilia, pero no lo es una película? ¿No te parece extraño que ir a la Iglesia nos parece tan lejos y largo el camino, pero para una ceremonia de un amigo o familiar no importa trasladarnos de ciudad?

Iglesia de San Miguel Arcángel - Foto Jucarob
¿No te parece extraño que no puedes pensar en algo qué decir cuando oras, pero no tienes ninguna dificultad en pensar cosas de que conversar con un amigo?

¿No te parece extraño que nos emocionamos cuando un juego de fútbol se extiende a tiempo suplementario, pero nos quejamos cuando el sermón es un poquito más largo que lo usual?

¿No te parece extraño lo difícil que es leer un capítulo de la Sagrada Biblia, pero qué fácil es leer 100 páginas de cualquier revista popular?

¿No te parece extraño cómo las personas desean los asientos del frente en cualquier juego o concierto, pero hasta se esfuerzan para buscar los asientos de atrás de la Iglesia?

¿No te parece extraño que necesitamos 2 o 3 semanas de aviso para incluir un evento de la Iglesia en nuestra agenda, pero fácilmente no ajustamos nuestra agenda para otros eventos de último momento?


¿No te parece extraño cómo creemos rápida y fácilmente lo que dicen los periódicos, pero cuestionamos lo que dice la Sagrada Biblia?

jueves, 20 de julio de 2017

María te regala el arma contra tu Goliat

Aquí están tus cinco piedritas:
La Virgen María - Imagen Aciprensa
  • La oración del Santo Rosario con el corazón, tal como lo aconseja el Salmo 119. Durante la oración no te atormentes pensando lo que podrías decir. Abandónate a Él, que Él te inspira.
  • La Eucaristía. Jesús es real y se convirtió en nuestro alimento. "Qué formidable eres, oh Dios"
  • La Sagrada Biblia. Es palabra de Dios, es luz que ilumina el camino de nuestra vida.
  • El Ayuno
  • La confesión mensual.

En estos momentos difíciles que vive la humanidad, la Santísima Virgen, nos invita a la conversión individual y a orar, orar y a orar. La oración nos acerca más a Dios. Es arma poderosa contra satanás y para no caer en tentación. El Santo Rosario es la oración de la paz y la historia de Nuestro Señor Jesucristo.

La Santísima Virgen María nos ama y por eso es que nos invita e insiste en el camino de la salvación con Dios. Pero "ustedes son tan fríos"

sábado, 15 de julio de 2017

Dios escucha

El fariseo y el publicano. (Del Evangelio de San Lucas 18,9-14)

A propósito de algunos que se sienten seguros de sí mismos por creerse a paz y salvo con Dios y desprecian a los demás, dijo Jesús esta parábola."Dos hombres subieron al templo a orar, uno era fariseo y el otro publicano.

El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: "Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos, adúlteros, o como ese publicano que está allí. Ayuno dos veces por semana, doy la décima parte de todo lo que tengo."

El Fariseo y el Publicano - Imagen ec.aciprensa
El publicano en cambio, se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "Dios mio, ten piedad de mi que soy un pecador". Yo les digo que este último estaba en gracia de Dios cuando volvió a su casa, pero el fariseo no. Porque todo hombre que se hace grande será humillado, y el que se humille será hecho grande.

El fariseo de ayer y de hoy es el mismo. Un hombre satisfecho de sí mismo, se cree siempre con la razón, posee la verdad, juzga a todos, tiene las manos limpias porque no roba, no mata, no se siente cómplice de ninguna injusticia. Por eso exige siempre a los demás cambiar, renovarse y ser más justos, pero siempre los otros, él nunca.

El fariseo de la parábola solo ve pecado en el publicano. A decir verdad en esta mundo, a excepción de la Santísima Virgen, todos somos pecadores, aunque solo sea por nuestra pasividad, o por nuestra indiferencia. Y todos debemos decir con el publicano: "Oh Dios, ten compasión de mí que soy pecador".


"La oración del humilde las nubes atraviesa"

miércoles, 12 de julio de 2017

El Milagro Eucarístico de Imelda

Es una historia bella, conmovedora, maravillosa y verídica de una jovencita de 11 años que se consumió de amor por el deseo de poder hacer su primera comunión. Imelda sentía un inmenso amor por Jesús en la Sagrada Eucaristía. ¡Cómo ansiaba recibir la comunión!. Pero las leyes de aquel tiempo no lo permitían hasta la edad de 12 años.

Beata Imelda orando
Desde pequeñita sobresalía por su excepcional piedad y profunda espiritualidad, impropia de su corta edad. Solo anhelaba vivir y dedicar su vida a Dios. Encantadora y hermosa, Imelda era una gran alegría para sus padres, mas las cosas del mundo no tenían atracción para ella. Pasaba largos ratos en profunda oración.

A la edad de 9 años consiguió permiso de sus padres para ir a vivir con la monjas dominicas de Santa María Magdalena. Sus padres no quisieron negarle este favor a una hija tan visiblemente favorecida por Dios. Imelda encontró entre la monjas una nueva familia. Siendo la más joven en la comunidad  y la más amada, era tratada como un regalo del Señor. Todas las monjas advirtieron que no era una niña ordinaria. Ella se encontraba inmensamente feliz con su nueva vida y quiso llevar la vida religiosa con todos los rigores, llegando a ser un ejemplo.

Cuando las hermanas recibían la Sagrada Eucaristía, Imelda se consumía de anhelo y nostalgia, entristecida sobremanera por ese único regalo del Señor que se le negaba. Alguna vez se le oyó decir: "Díganme, ¿puede alguien recibir a Jesús en su corazón y no morir de felicidad?"

Pero el Señor tenía un regalo especial para ella: un Milagro Eucarístico. Sucedió en la fiesta de la Ascensión de del Señor al cielo. Durante la Misa de la comunidad Imelda oró con gran fervor y, terminada la Misa, se quedó sola orando. No encontrándola, unas hermanas se volvieron para llamarla. Lo que vieron las dejó pasmadas. Había, sobre la cabeza de Imelda, una Hostia blanca y brillante suspendida en el aire. Corrieron las monjas a avisar al sacerdote, el cual tomó inmediatamente una patena para ir a recoger la Hostia, donde Imelda estaba arrodillada. La Hostia brillante, aún suspendida sobre la cabeza, descendió lentamente sobre la patena. El sacerdote consideró esto como una evidente señal divina de que a Imelda se le debía dar la Primera Comunión y se la dió. Imelda, al instante perdió el sentido, arrobada por un profundo éxtasis de amor del que nunca volvió. Su Primera Comunión fue también la última porque en éxtasis murió, el 12 de Mayo de 1333. Tenía 11 años.

Restos incorruptos de la Beata Imelda en la Iglesia de San Segismundo
Su historia es corta como su vida. Pero más completa que la de muchos que viven hasta los 100 años. Esta niña se llamaba Imelda Lambertini y fue beatificada por el Papa de la Eucaristía, San Pío X. Y desde entonces, en la iglesia de San Segismundo, en Bologna, ciudad de Italia, es venerado y admirado el cuerpo incorrupto de Imelda.

Que la beata Imelda, la "niña que murió de amor", aumente en nosotros la devoción a Jesús-Hostia.
"Yo Jesús, estoy Vivo y Presente en la Eucaristía, y así como yo morí por amor a ustedes,merezco que ustedes mueran de amor por Mi" 

sábado, 1 de julio de 2017

Santos Pedro y Pablo Apóstoles y Mártires

San Pedro y San Pablo son dos grandes pilares de la Iglesia Católica, y por supuesto de nuestra fe cristiana. Estos dos apóstoles, testigos de Jesucristo, sufrieron el martirio en Roma. San Pedro muriendo crucificado cabeza abajo, y San Pablo murió decapitado.
San Pedro y San Pablo - Imagen Aciprensa

Todos sabemos que San Pedro fue un humilde pescador, impulsivo, ignorante, tosco, iracundo, desconfiado, rudo, pero sincero muy bueno y de una fe firme. San Pablo, un hombre culto perseguidor de los cristianos, perteneció al grupo de los fariseos y una vez convertido, pasó a ser un gran seguidor y apóstol de Jesús de Nazaret. De perseguidor de los Nazarenos, se convirtió en apóstol del Evangelio de Jesús, testigo de la vida resucitada y resucitadora de Cristo. San Pedro es la "roca" sobre la cual Jesús edifica su Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. |


San Pedro y San Pablo no temieron entregar su sangre por el anuncio de la verdad hecha carne.