"José, Hijo de David", así lo llama el ángel. El
hecho sobresaliente de la vida de este hombre "justo es que fue
escogido por Dios para ser el esposo de María Santísima y hacer las veces de
padre de Jesús en la tierra. Experimentó muchas dificultades ocasionadas por
tan importante misión; pero pasó la prueba y sirvió bien a Dios, como hombre de
fe, generoso y ciertamente "Justo".
San José - Imagen Aciprensa |
Brillan en él otras
virtudes que como católicos debemos tener en cuenta y ponerlas en práctica: la
virginidad, la humildad, la pobreza, la paciencia, la prudencia, la fidelidad,
la obediencia, la confianza; toma en serio lo que Dios le dice por dentro,"
huye"; y él no opuso resistencia porque estaba convencido de que el que
tiene a Dios en su corazón , lo tienen todo.
El nombre de José
en hebreo significa el que va en aumento. Y así se desarrollaba San
José, crecía "de virtud en virtud" hasta llegar a una excelsa
santidad.
La santidad de san José, debe
motivarnos a admirarlo, a imitarlo y a buscar su intercesión. Es el santo de la
perfecta castidad, de la paciencia y de la dulzura.
Esforcémonos por ser como
José: Vivamos para glorificar a Dios, empleemos toda nuestra vida en el
perfecto cumplimiento de nuestro deber y hagamos crecer a nuestros hijos en
edad, sabiduría y gracia.
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