domingo, 23 de abril de 2017

Domingo de la Divina Misericordia

La fiesta de Jesús Misericordioso se celebra el segundo domingo de Pascua, en el que se hace memoria del inmenso amor y misericordia que Dios tiene por nosotros.

Imagen Aciprensa
La misericordia y el amor del corazón de Jesús son inagotables. El amor a las almas lo impulsó a dejarnos el Sacramento de la Penitencia para perdonarnos, no una vez ni dos, sino cuantas veces necesitemos recobrar la gracia perdida a causa del pecado.

El sacramento de la Reconciliación es una de las siete fuentes de Misericordia brotadas del corazón herido y abierto de Cristo. Él quiso que el hombre se reconciliara con su Padre por el baño purificador de su Sangre. Por eso Jesús instituyó el sacerdocio, para llevar su redención a todos los hombres de todos los tiempos y lugares. Jesús les dio el poder de perdonar los pecados y devolvernos el Espíritu de Dios. ¡Que increíble, tremendo y grandioso poder! ¡Cómo tenemos que venerar y respetar a nuestros sacerdotes, y ayudarles para que reconozcan y respeten su propia dignidad y grandeza!

Jesús dijo a Santa María Faustina Kowalska: Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en Mi Misericordia.

sábado, 15 de abril de 2017

La Resurrección como Acontecimiento Trascendente.

Imagen Aciprensa
"Que noche tan dichosa, canta el !Exultet¡ de Pascua, sólo ella conoció el momento en que Cristo resucitó de entre los muertos". En efecto nadie fue testigo ocular del acontecimiento mismo de la resurrección y ningún evangelista lo describe. Nadie puede decir cómo sucedió físicamente. Acontecimiento histórico demostrable por la señal del sepulcro vacío y por la realidad de los encuentros de los apóstoles con Cristo resucitado. Por eso, Cristo resucitado no se manifiesta al mundo sino a sus discípulos, "a los que habían subido con  Él desde Galilea a Jerusalén y que ahora son testigos suyos ante el pueblo.

El sepulcro está vacío....El Señor resucitó, está en nuestras manos que el mundo sepa esta buena noticia y vea en nosotros los cambios que produce.

viernes, 14 de abril de 2017

Jesús muere en la Cruz.

Imagen Aciprensa
El Viernes Santo conmemoramos la Pasión y Muerte del Señor. El día ha llegado y todo toma un aspecto gris : el Hijo de Dios quien pasó por el mundo predicando el amor y la misericordia, que sanó a los enfermos, cuelga sin vida de un madero sobre el Gólgota. ¿Cómo sería de grande el amor de Dios por los hombres que nos entregó la vida de su propio Hijo?. ¿Cómo sería la generosidad y humildad de Jesús que aceptó ser crucificado por entregarnos el don de la salvación?

La muerte del Jesús es la prueba máxima del amor de Dios.Cristo venció la muerte con la fuerza del Espíritu Santo.

jueves, 13 de abril de 2017

Jueves Santo: La cena del Señor.

El Jueves Santo Jesús instituye la Sagrada Eucaristía el mandamiento del amor y el Sacramento del Orden Sacerdotal. No puede haber Eucaristía sin sacerdocio, ni sacerdocio sin Eucaristía.

Imagen Aciprensa
La Eucaristía es la presencia sublime de Cristo que desea alimentar a cada hombre, sobre todo a los más débiles, para hacerles capaces de un camino de testimonio entre las dificultades del mundo. Él se dona a nosotros y nos pide permanecer en Él para hacer lo mismo.

En la Eucaristía se hace presente la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor. Cada Santa Misa, en efecto, hace revivir en el altar el momento más trágico y más solemne de la historia del mundo, cuando el Hijo de Dios se inmoló, sacrificándose a sí mismo para salvar a los hombres, sus hermanos rebeldes e ingratos. Se olvidan de que la Santa Misa no es un institución humana, sino divina, y que es el centro de la religión que como tal, une al hombre con Dios.

Muy claro fue el tercer mandamiento, dado por Dios en el monte Sinai: "Acuérdate de santificar las fiestas". Y cómo se le puede santificar si se suprime el mayor acto de culto, el más agradable a Dios, ofrecido por el Hijo al Padre?. Ninguna obra buena, ninguna oración, ningún sacrificio podrá jamás reemplazar a esta preciosa ofrenda que salva al mundo.

martes, 11 de abril de 2017

Prepárate para vivir la Semana Santa.

Los días de Semana Santa son especiales porque en ellos los católicos recordamos la pasión, la  muerte y la resurrección de Nuestro Señor Jesús , partiendo desde el momento en el que hizo su ingreso triunfal a Jerusalén y que recordamos el Domingo de Ramos, hasta cuando muere y resucita al tercer día para quedarse para siempre en medio de nosotros, acontecimiento que se vive durante la vigilia pascual . Estos días son para vivir intensamente este acontecimiento. Participemos en compañía de la familia en cada uno de los actos hermosos que se organizan durante la Semana Santa.

Imagen Aciprensa
Además de la ceremonia del domingo de ramos, y el de la vigilia pascual son importantes otros tres momentos: misa Crismal, que celebra el obispo con todos los sacerdotes de la diócesis en el que se bendicen los aceites, óleo y el santo crisma.

La misa de la Cena del Señor que se celebra el Jueves Santo, con la cual cual resaltamos tres cosas: el mandamiento del amor, el orden sacerdotal y la Eucaristía.
El Viernes Santo la ceremonia de la Pasión de Jesús y la adoración de la Santa Cruz. Luego de esta ceremonia la iglesia entra en una etapa de duelo que culmina con la vigilia pascual, con el grito de júbilo por la resurrección del Señor.

Si has deseado hacer algo de beneficio para ti y no has iniciado, Cuaresma es tiempo de limpieza general y una revisión de vida a fondo, para luego acudir al sacramento de la confesión. Anímate.

lunes, 3 de abril de 2017

Para ti, ¿Quién es Jesús?

Se supone que un cristiano, un seguidor y discípulo de Cristo, es alguien que intenta ser buen testigo del mismo Cristo, de palabras y de obras. En el Evangelio, el primer gran testigo de Jesús es Juan el Bautista.
Bautismo de Cristo - Perugino

Del Santo Evangelio según San Juan 1,29-34: "Estando Juan bautizando al otro lado del Jordán, vio venir a Jesús y dijo: Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. A Él me refería cuando dije: Detrás de mi viene un hombre que está por encima de mí, porque existía antes que yo. Yo no lo conocía, pero precisamente vine a bautizar con agua para que Él se manifieste a Israel. Juan dio este testimonio: Yo presencié cómo el Espíritu descendía del cielo como paloma y permanecía sobre Él . Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:Aquel sobre quien veas descender el Espíritu y permanecer sobre Él, es el que ha de bautizar con Espíritu Santo. Yo lo vi y declaro en calidad de testigo que Él es el Hijo de Dios".

Juan repite dos veces en este Evangelio: "¿Yo no lo conocía...."? Y creo que en lo hondo de nuestros corazones sentimos que nosotros tampoco lo conocemos. Nos pasa igual que a los paisanos de Jesús en Nazaret lo conocían desde niño, sabían de memoria su historia y no lo conocían, porque quien no ama no conoce a Dios.