Jubileo, según la Ley de Moisés, solemnidad pública, celebrada cada 50 años, en que se perdonaban las deudas y recobraban la libertad los esclavos. Entre los católicos, Indulgencia Plenaria y solemne concedida por el Papa en ciertas circunstancias: ganar el Jubileo.
El Jubileo de la Misericordia ha sido convocado por el Papa Francisco para ser vivido en cada iglesia particular.
El signo más evidente de esta solicitud pastoral es la posibilidad de abrir la puerta de la misericordia en todas las diócesis. Estas puertas, equivalen a las Puertas Santas de las Basílicas Papales de Roma.
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Interior de la Sagrada Familia, Bucaramanga |
Son tradicionalmente iglesias jubilares las Basílicas de Tierra Santa. En el resto del mundo, son consideradas iglesias jubilares las iglesias y los Santuarios.
En Bucaramanga (Colombia) son:
- Catedral de la Sagrada Familia.
- Parroquia Sagrado Corazón de Jesús.
Para obtener la Indulgencia Plenaria es necesario cumplir con los requisitos habituales: confesión, comunión eucarística, asistir a la Santa Misa, hacer alguna obra de misericordia, oraciones por las intenciones del Santo Padre, entrar por una puerta santa.
Cada vez que un fiel realice personalmente las obras de misericordia corporales o espirituales obtendrá la indulgencia jubilar.(Aquella por la cual se perdona toda la pena merecida por los pecados)
Obras de Misericordia Corporales: Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos.
Obras de Misericordia espirituales: Dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y los difuntos.
Podemos ganar el jubileo por nuestros familiares difuntos rezando por ellos para que Dios los libere de toda culpa y los abrace con su misericordia.
Los enfermos Pueden recibir la Sagrada Comunión y participar en la Santa misa y oración comunitaria a través de diversos medios de comunicación.
Los internos de las cárceles podrán hacerlo en las capillas de sus reclusorios y cada vez que atraviesen la puerta de su celda. Dios, capaz de convertir los corazones, también puede convertir las rejas en una experiencia de libertad.
Aprovechemos este tiempo de gracia que nos ofrece Dios en su bondad. Queda poco tiempo.