domingo, 28 de agosto de 2016

Hijo de tantas lágrimas.

San agustín, Obispo, Doctor de la Iglesia ha sido uno se los santos más famosos en la Iglesia Católica. Nació en Tagaste (norte de África) en el año 354. Su padre, Patricio, era pagano, de temperamento violento. Su madre, Mónica, fervorosa católica, era una gran santa. (lloró y oro durante 32 años por su conversión).

Agustín, de niño era inquieto, poseía una inteligencia envidiable y una memoria portentosa, tenían que castigarlo para que estudiara, porque lo único que le gustaba era jugar  y divertirse.

San Agustín - Foto Laura Olejua
Su juventud fue borrascosa, perdió los resortes morales y dio rienda suelta a sus caprichos y deseos.  ¡Que engaño! ¡Que error! Lástima tanto tiempo perdido!.Dice Agustín: "Era tanta mi ceguera que, entre los de mi edad, me avergonzaba por ser menos canalla".

Nadie nace santo, hay que trabajar todos los días; porque hay dos fuerzas: una espiritual que me lleva a la santidad y otra corporal que nos inclina al mal.

Cuando Agustín se convirtió al catolicismo escribió el libro llamado "Confesiones", que lo ha hecho famoso, conocido y querido en todos los países del mundo. Su lectura ha sido la delicia de millones de lectores en diversos países durante muchos siglos. Él comentaba que a la gente le agrada leer este escrito porque cada cual goza conociendo los defectos ajenos, pero no se esmera por corregir los propios.

La lectura de "Las Confesiones" de San Agustín ha convertido a muchos pecadores. Es recomendable leerlo porque,"El que no tenga pecado, que tire la primera piedra". (Juan 8,7).

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