martes, 23 de agosto de 2016

La Mujer más humilde y bella con más títulos de Reina

María, coronada no solo como Reina del Cielo y de la Tierra, sino como Reina de los Ángeles, de los Patriarcas, de los Profetas, de los Apóstoles, de los Mártires, de los Confesores de la Fe, de las Vírgenes, de todos los Santos, del Santísimo Rosario, de la Paz y Reina de la familia, es desconocida para muchos cristianos y rechazada por otros.

Virgen de los Mineros - Nemocón - Foto Jucarob
Las puertas eternas se abren y la Madre de Dios entra. Apenas los benditos la ven, inundados del esplendor de su belleza, le hacen alegres y festejantes encuentros, la saludan y la honran con los títulos más excelsos, se postran a sus pies. Le presentan sus regalos, la proclaman de acuerdo como su Reina. A la fiesta de los ángeles se une la Tríade Sacrosanta. El Padre acoge en Ella a su Hija Predilecta y la invita a tomar parte de su fuerza. (Padre Pío) 


María: nos apoyamos en tu corazón de Reina, de Madre de todos los hombres, de Apóstol. Virgen Santísima, Madre del Señor y Madre nuestra, mira con piedad a tu pueblo; ayúdanos, danos el fruto de tu vientre, inspíranos amor a la Palabra del Señor que nos transforma y convierte, danos amor a la oración.


No hay comentarios:

Publicar un comentario